Cada vez que llega el verano, se evidencia la falta de zonas cubiertas con toldos o techos para escapar del sol inclemente de esos meses. Paradas de guaguas a la intemperie, parques infantiles como el del antiguo estadio insular o la zona de ejercicios adyacente al auditorio, son un claro ejemplo de lo anteriormente expuesto. Hace falta llenar la ciudad de zonas que ofrezcan sombra en los mese de verano.
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