Desde hace años, nuestro barrio ha sido invisibilizado, pese a que aquí también se vive, se educa y se cuida. Mientras seguimos esperando la segunda fase de las obras, hoy quiero abrir este debate porque creo firmemente que Tarahales no necesita más promesas: necesita inversiones reales.
Estas son algunas propuestas urgentes y viables, basadas en necesidades concretas del vecindario:
Acceso directo al Parque Juan Alemán desde la Carretera General del Norte: actualmente está desaprovechado. Una rampa accesible conectaría el parque con la ciudad y lo haría verdaderamente útil para personas mayores, jóvenes, familias y personas con movilidad reducida.
Uso de los terrenos vacíos junto a la gasolinera BP como un edificio de aparcamiento público: el déficit de estacionamiento está generando conflictos vecinales diarios. Esta solución sería rápida, económica y muy necesaria. También se propone la incorporación de badenes en la Carretera General del Norte para mejorar la seguridad vial.
Recuperación de las canchas de tenis abandonadas como centro comunitario: un espacio multifuncional (biblioteca, centro cívico, centro de día o polideportivo y estacionamiento para la zona como para el parque) que dinamice el barrio y fomente la participación vecinal, con accesos directos tanto al parque como a ambas calles colindantes.
Incorporación de una residencia sociosanitaria de proximidad: destinada especialmente a personas mayores empadronadas en Tarahales y barrios colindantes. Un recurso digno, con atención médica, apoyo psicológico, fisioterapia y espacios humanizados, que permita a los mayores envejecer con calidad y cerca de sus vínculos afectivos.
Transporte público digno: exigimos más frecuencia, mejores conexiones y paradas accesibles. Las líneas 22, 35 y 81, alguna línea de guagua nocturna deben mejorarse. Las marquesinas deben contar con asientos, especialmente para personas mayores, pero también para toda la población.
Infraestructura básica y limpieza urbana: renovación urgente del alcantarillado, soterrado de cables eléctricos y de telecomunicaciones, y limpieza de las aceras con máquinas a presión. No pedimos lujos, pedimos condiciones dignas, salubridad y cumplimiento de la normativa urbanística.
Tarahales no necesita compasión, necesita compromiso político. Lo que se ha logrado en La Paterna puede y debe hacerse aquí.
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